Un equipo de trabajo compuesto por representantes del Banco Central y la Casa de Moneda de Argentina está trabajando a contrarreloj para llegar a acuerdos con ejecutivos chinos, brasileños y españoles con el objetivo de asegurar el suministro de billetes en el país.
Según informó el medio argentino La Nación, el propósito es garantizar la llegada de una cantidad suficiente de billetes en marzo para abastecer adecuadamente a los bancos y asegurar la disponibilidad de efectivo en los cajeros automáticos en un contexto de alta inflación.
Las negociaciones en curso implican la llegada, a más tardar el próximo mes, de 250 millones de billetes de $1000 provenientes de España, otros 90 millones de la misma denominación provenientes de una imprenta brasileña y 90 millones de China, en este último caso, de billetes de $2000.
Esta situación surge a raíz de problemas heredados de la gestión anterior, donde el aumento de los precios y la negativa a convalidar la creación de billetes de mayor denominación ha llevado a la Casa de Moneda del Estado a no poder satisfacer la demanda de efectivo del país.
La situación se complica debido a la falta de pagos por parte del gobierno argentino, particularmente durante la gestión del ex Ministro de Economía Sergio Massa, que profundizó el cepo cambiario debido a la escasez de dólares, lo que generó malestar entre los proveedores extranjeros.
A pesar de los desafíos financieros, el gobierno busca recuperar la credibilidad perdida y asegurar la provisión de billetes para mantener la estabilidad económica. Sin embargo, la capacidad productiva nacional en la Casa de Moneda se ve limitada debido a problemas de pago a proveedores y falta de inversión en infraestructura.
El informe reservado muestra una situación delicada en la Casa de Moneda, con deudas que ascienden a millones de dólares y acreedores tanto nacionales como internacionales.
Para aliviar la situación, el gobierno planea lanzar un nuevo billete de $20.000 con la figura de Juan Bautista Alberdi, buscando así mejorar la situación financiera y reducir costos. Sin embargo, la producción de este billete podría realizarse en el extranjero, lo que requeriría un desembolso de dólares para pagar la producción en moneda local.
En medio de esta crisis, la competencia entre proveedores extranjeros podría ofrecer oportunidades para reducir costos, aunque se destaca que esta medida podría tener consecuencias en la capacidad productiva nacional y en la soberanía monetaria del país.
Con información de ReporteAsia.